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¿Soy hipocondríaco?
Estar saludable, según la OMS, no es solamente no padecer enfermedades sino un estado de completo bienestar físico, mental y social.
Algunas veces, la rutina diaria y el trabajo pueden comenzar a pesar un poco en nuestra sensación de bienestar, lo que nos indica que es hora de tomar un descanso y mantener un equilibrio saludable. En otros casos más drásticos, una persona puede comenzar a interpretar de forma errónea y negativa cualquier síntoma de su cuerpo, desencadenando en una alteración conocida como hipocondría. Este trastorno se manifiesta como el miedo y la creencia constante de estar enfermo, por lo que su vida y rutina comienzan a girar en torno a esta interpretación.
La hipocondría está asociada a otros trastornos como la depresión y ansiedad. El paciente canaliza estas preocupaciones y pensamientos obsesivos hasta convencerse de que tiene una enfermedad específica, pese a que el médico descarta estos males, luego de exámenes y evaluaciones.
¿Cómo saber si soy hipocondriaco?
Los principales signos en que se manifiesta esta enfermedad son:
- Miedo y preocupación constante e incontrolable de tener una enfermedad
- No tener pruebas médicas que justifiquen alguna enfermedad física
- Prestar atención exagerada y selectiva a los cambios o características personales
- Dar una interpretación negativa, catastrofista y errónea de signos y síntomas corporales
- Acudir constantemente a diversos especialistas, con el fin de conseguir que uno de ellos le dé un diagnóstico a sus síntomas
- Sentirse incomprendido debido a la falta de diagnóstico, con tendencia a depresión y ansiedad
¿Qué hacer?
Se recomienda que el paciente con estos signos visite a un psicólogo o psiquiatra para que lo evalúe y reciba el tratamiento que requiera.
Se debe tomar en cuenta que la hipocondría se refiere exclusivamente a aquellos casos en que no se puede demostrar profesionalmente que el paciente realmente padece alguna enfermedad.
Además, es recomendable mantener una cultura de prevención a lo largo de la vida, monitorear regularmente nuestro estado de salud de la mano de un profesional, y nunca automedicarse, ya que podría traer complicaciones graves.