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Evitémosle el peligro
Hay muchos peligros que pueden sufrir nuestros niños en el hogar, que es donde pasan la mayor parte de tiempo. Un niño puede accidentarse por las condiciones de riesgo del ambiente en el que se encuentra, por ausencia de un adulto o por los comportamientos propios de cada edad.
Los niños de 1 a 2 años, en su mayoría, son muy curiosos. Quieren investigar y explorar el mundo, les atraen mucho los objetos y no dudan en llevarlos a sus bocas sin reparar en su forma o de dónde han sido En esa edad comienzan a gatear, caminar e incluso intentar trepar. Luego corre y salta y le gusta explorar enchufes y tomacorrientes. Con 3 años, los niños intentan ser autónomos, pero a esa edad no están en condiciones de cumplir responsabilidades, son vulnerables y el desconocimiento del peligro suele ser un factor de riesgo.
Entre 4 y 5 años los niños tienen gran curiosidad por máquinas y aparatos. Puede cambiar súbitamente la atención de un juego seguro a otro riesgoso. Hay que resaltar que a esa edad no saben cómo reaccionar ante el peligro o pueden hacer lo contrario a lo conveniente (se esconde en su cama en un incendio o se queda inmóvil, por ejemplo); se entusiasma con su juego y se descuida (cruza la calle sin mirar tras una pelota).
Entre los accidentes más frecuentes que pueden sufrir los más pequeños en el hogar se encuentran las caídas, golpes, heridas, intoxicaciones, quemaduras y ahogamientos.
Cómo evitar caídas y golpes
– Mantener el suelo libre de obstáculos.
– Evitar las superficies resbaladizas.
– Utilizar alfombras o pegatinas antideslizantes en la bañera.
– Poner barandilla en las escaleras de acceso a la vivienda.
– Proteger las ventanas que se estén a menos de 1 metro del suelo con barandillas, rejas, barrotes, etc.
– Disponer de un sistema de bloqueo que impida la apertura de puertas, balcones, ventanas, etc.
– Fijar las estanterías firmemente a la pared.
– No dejar que los niños suban sobre muebles y permanezcan de pie en ellos.
Para evitar heridas
– Mantener fuera del alcance de los niños cuchillos, aspas de ventilador, trituradora, cuchillas de afeitar, agujas de coser o de punto, tijeras, etc.
– Colocar las herramientas en cajones con las puntas o elementos cortantes hacia dentro.
– Revisar y eliminar platos y vasos rotos.
– Situar las plantas punzantes en lugares visibles y fuera del alcance de los niños.
Para evitar intoxicaciones
– Medicamentos, bebidas alcohólicas, productos de limpieza y cosméticos siempre deben colocarse en alto o en un armario cerrado y con cerradura de seguridad
– No almacenar conjuntamente distintos tipos de productos (alimenticios, tóxicos, etc.)
– No permanecer en habitaciones tratadas con insecticidas hasta transcurrido un tiempo prudencial.
– No permanecer en las habitaciones recién pintadas o barnizadas hasta que desaparezca el olor del disolvente.
– Evitar el empleo de estufas o braseros en los dormitorios.
Para evitar quemaduras
– Evitar las salpicaduras al cocinar, usando tapaderas mientras se cocinan los alimentos.
– Los mangos de sartenes, cacerolas y pucheros no deben sobresalir del mueble de cocina.
– Alejar a los niños de la cocina y zona de planchar.
– Situar los objetos calientes o con llama viva fuera del alcance de los niños.
– Impedir que los niños jueguen con cerillas y mecheros.
Para evitar ahogamientos
– Evitar que los niños jueguen con juguetes chiquitos, monedas, etc.
– No dejar que jueguen con bolsas de plástico. Pueden introducirlas en la boca o ponérselas en la cabeza y asfixiarse
– No dejar al niño solo en la bañera.