La piel es el órgano de nuestro cuerpo que está expuesto constantemente a agentes externos como el calor, el frio, el aire o las bacterias, entre otros. Gracias a la piel nuestro cuerpo está protegido y mantiene la temperatura corporal adecuada.

Aunque los cuidados de la piel deben ser constantes durante todo el año, en verano son especialmente necesarios, sobre todo si vamos a exponeros de manera directa y prolongada al sol.

¿Qué son los rayos ultravioleta?

La radiación UV es una forma de energía que proviene del sol y se divide en tres categorías: rayos UVA, rayos UVB y rayos UVC. Esta última categoría no logra pasar la capa de ozono, por lo que son los rayos UVA y UVB los dos tipos de radiación que llegan a la superficie de la tierra y pueden causar daño a la piel.

Cuidemos nuestra piel de manera adecuada

1. Hidratación. Es importante crear una superficie cutánea para que el agua quede retenida en el interior y así proteger toda la extensión de piel. Para lograrlo es necesario aplicar productos hidratantes de forma constante.
2. Realiza una limpieza profunda de la piel, gracias a esta acción será posible eliminar las impurezas y preparar la piel para su exposición al sol. Tras la llegada del verano no olvides realizar tus limpiezas de forma diaria, las cuales deberán ser sin perfumes y capaces de eliminar la suciedad sin alterar el manto ácido de la piel.
3. Protección. El protector solar es fundamental para mantener una piel cuidada de los rayos del sol. Por ello será necesario aplicarlo entre los 20 y 30 minutos antes de salir de casa y deberá repetirse cada 3 horas de estar en la playa o expuesto al sol.
4. Para cuidar tu piel de forma efectiva deberás evitar la exposición al sol en donde este es más fuerte, por lo general entre las 11 a.m. y 3:00 p.m. En el caso de no poder evitar dicha exposición no olvides el protector solar, sombrero para proteger tu rostro y lentes de sol con protección UV.
5. Alimentación. La alimentación es uno de los puntos claves para cuidar la piel, ya que muchos alimentos tienen la capacidad de contribuir en la prevención de la degeneración celular. Además, pueden estimular el flujo sanguíneo de la piel, por lo que las vitaminas y demás nutrientes se verán reflejados en una piel saludable.

¿Qué pasa si no lo hacemos?

• No cuidar la piel tomando las medidas mencionadas puede producir problemas dermatológicos, pero no solo eso, también acelerar el envejecimiento, ya que las capas de la piel se vuelven más sensibles y vulnerables.
• No limpiar con frecuencia la piel o no hacerlo adecuadamente también puede provocarsequedad, deshidratación o erupciones cutáneas, ya que la falta de limpieza hace que los poros se llenen de células cutáneas muertas.
• Si hablamos los efectos de no protegerse del sol en cualquier época del año, son de mayor importancia. Puede dañar el sistema inmunológico y a la defensa de la piel, dejando de cumplir con su función de protección.