BLOG
¿Cómo afecta la cuarentena en la salud mental de niños y adolescentes?
En el mundo, actualmente estamos ante un fenómeno de pandemia que nos lleva a estar en casa en aislamiento social y que, al mismo tiempo, está generando importantes repercusiones a niveles sanitarios, sociales, económicos y psicológicos, a corto, mediano y largo plazo. Esta crisis provoca, en diferentes grupos etarios, períodos de incertidumbre, alarma, miedo, ansiedad y una variedad de reacciones emocionales.
Como padres y personas a cargo de menores, necesitamos hablar con nuestros hijos sobre el COVID-19 para abordar estas preocupaciones. Conversamos con el licenciado Juan Sánchez, psicólogo clínico de nuestro Complejo Hospitalario quien nos detalle detallan los efectos psicológicos que pueden presentar niños y adolescentes en casa y cómo podemos ayudarlos a mantener una estabilidad emocional.
En niños
Ante esta situación actual de pandemia que trae las consecuencias mencionadas, muchos padres con niños pequeños se preguntan cómo afrontar las diferentes reacciones emocionales y conductuales que presentan durante el confinamiento, ya que su rutina diaria ha variado significativamente, porque es una etapa en que no se va a la escuela, no hay paseos por los parques, no se puede caminar por la calle con su mascota e interaccionar con otros niños de su edad. Realmente es un gran problema para los padres y los niños que por miedo al contagio deciden no exponer a sus hijos a la calle, lo que aumenta la irritabilidad del menor y el estrés que puede llegar a afectar su estado emocional.
Juan nos comenta los cambios conductuales y emocionales que pueden presentar los niños en este periodo de confinamiento:
“El permanecer en la casa todo el día junto con los demás integrantes donde se va a establecer una rutina de actividades escolares y lúdicas, además de las relaciones que se dan entre los miembros de la familia van a influir en el aspecto del bienestar del menor; produciendo una serie de cambios conductuales tales como:
- Presencia de conductas de tipo rabietas
- Rechazo hacia las actividades escolares como ingresar a las clases, al cumplimiento de tareas
- Oposición marcada hacia los padres
- Incremento de discusiones y peleas entre hermanos.
Además, se puede evidenciar dificultad para dormir, sueño interrumpido, presencia de pesadillas, enuresis nocturna (mojar la cama involuntariamente), recalca nuestro psicólogo.
¿Cómo mitigar estas reacciones?
Resulta importante que los adultos del hogar comprendan el momento actual que estamos viviendo e inicialmente puedan evaluar y reflexionar acerca de su conducta porque el comportamiento de los mayores va a resultar ser un factor importante en el comportamiento de los menores. Es importante comprender como se encuentran las relaciones entre los miembros de la familia; como se está llevando la comunicación, los hábitos, establecimiento de horarios, cuáles son los temas que se hablan en la familia y sobre todo la forma.
“Para intervenir sobre la conducta de los menores, es importante observar y comprender como se viene presentando la conducta, en qué momento se presenta con quién se presenta y darnos cuenta como reaccionamos en esa situación”, afirma Juan.
La orientación en modificación de conducta resulta importante para poder comprender la conducta de nuestros niños, además de poder tener pautas de bienestar, tales como estructurar horarios, preparar y ordenar los ambientes de tareas, establecer actividades y horarios de juego. Algo que se ve es el incremento de horas de juego en el PlayStation; celular, tablet, computadora resultando ser una alternativa lúdica para los menores pero que son de riesgo a su uso prolongado en desarrollar conductas adictivas y además de ello considerar la edad del menor para su uso. En ese caso nuestro profesional considera necesario volver a tener un espacio de juegos que nos permitan relacionarnos, compartir un desayuno, almuerzo y/o cena, sin aparatos electrónicos.
La práctica de ejercicios de respiración resulta ser una alternativa, lectura familiar, acercamiento y acompañamiento resulta ser una estrategia que nos permite fomentar el bienestar de los menores y de los integrantes.
También resulta importante considerar si el menor viene recibiendo atención por alguna especialidad; si presenta dificultad en el proceso del aprendizaje, resulta importante tener la orientación de un profesional.
Adolescentes
Entre los 13 y 17 años, este grupo de menores de edad que en condiciones normales atraviesan situaciones complejas, están aprendiendo a relacionarse, entender sus emociones y a transitar hacia la adultez. En el contexto actual su situación se complejiza, ya que el distanciamiento social los hace sentir más solos, aunque puedan estar conectados a través de las redes sociales. Se pierden de grandes momentos como, por ejemplo, el último año de clases, el viaje de egresados, conocer a sus nuevos amigos en el primer año de la facultad o la posibilidad de continuar con sus deportes y entrenamientos favoritos. Por naturaleza buscan libertad, pero tener todo el tiempo en casa a los padres les quita ese espacio y privacidad.
¿Qué les produce el aislamiento social?
El aislamiento va a disminuir las relaciones sociales de manera presencial y por ello las consecuencias van relacionadas a una situación de adaptación donde el distanciamiento social es la principal estrategia. En el adolescente es importante observar cómo se dan los cambios, ya que la tendencia a no cumplir esta condición puede fomentar situaciones de riesgo como consumo de alcohol, drogas o tranquilizantes generando un impacto en su bienestar emocional y relaciones con el resto de los integrantes de la familia.
¿Cómo mitigar estas reacciones?
Juan menciona que el acompañamiento es importante, fomentar la comunicación establecer actividades de integración que permita la adaptación favorable, considerando el manejo de emociones, considerar la orientación hacia las expectativas del adolescente. Además identificar situaciones de riesgo en el adolescente donde se considere la orientación de un profesional “Recordemos que los comportamientos son manifestaciones y expresan necesidades, expectativas. Es importante que los padres puedan estar atento a ellos” finaliza.