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Frenemos la obesidad infantil
El desconocimiento de los padres en relación con la alimentación saludable y la obesidad infantil se traspasa de generación en generación, por lo que los niños están heredando muy malos hábitos alimentarios. A esto influye el poco tiempo libre familiar que se dispone, y que este no se invierte en realizar actividad física con los hijos, por lo que éste se desenvuelve en un ambiente con excesivo uso de automóviles, ascensores y tiempos prolongados en equipos tecnológicos (computadoras, tablets, play station).
En los últimos diez años, se ha más que duplicado entre los menores de 5 a 9 años en el país: de una tasa de 7,7% en 2008 pasó a 19,3% en el 2018, según datos del Observatorio de Nutrición y el Estudio de Sobrepeso y Obesidad. El Perú tiene la más alta tasa de crecimiento de obesidad infantil de América, advierte el Centro Nacional de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Consecuencias de la obesidad infantil
Los niños obesos y con sobrepeso tienden a seguir siendo obesos en la edad adulta y tienen más probabilidades de padecer a edades más tempranas enfermedades no transmisibles como la diabetes y las enfermedades cardiovasculares. Entre ellos:
- cardiopatías
- resistencia a la insulina (con frecuencia es un signo temprano de diabetes inminente)
- trastornos osteomusculares (especialmente artrosis, una enfermedad degenerativa muy discapacitante que afecta las articulaciones)
- algunos tipos de cáncer (endometrio, mama y colon)
- Trastornos emocionales
¿Cómo se puede prevenir?
El sobrepeso, la obesidad y las enfermedades conexas son en gran medida prevenibles. Por consiguiente, hay que dar una gran prioridad a la prevención de la obesidad infantil.
- Se recomienda la lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses de vida.
- Control del peso periódico.
- Considera ofrecerles a tus hijos(as) diariamente: 3 lácteos bajos en grasas y 2 platos de verduras y 3 de frutas al día.
- En la semana ofréceles 2 veces legumbres de cualquier tipo y otras 2 veces pescado, ya sea fresco o en tarro.
- Trata de cocinar con la menor cantidad de aceite posible y prepara frituras como máximo 1 o 2 veces por mes.
- Reduce la cantidad de sal y azúcar que habitualmente usas en las comidas.
- Cuando sirvas la comida, ¡fíjate que la cantidad sea menor que la de los adultos!
- ¡Felicita a tus hijos(as) cuando prueben alimentos nuevos!
- Prepara comidas lo más variadas posible en texturas, cortes y colores.
- Ofréceles agua en vez de bebidas gaseosas o jugos.
- Evita comprar golosinas todos los días. ¡Ofrécelas sólo para ocasiones especiales!
- Si tu hijo(a) no quiere comer, insiste calmadamente, pero no cambies el alimento.
- Fomenta que tus hijos(as) jueguen al aire libre en lo posible 1 hora al día, aunque haga frío.
- Juega con tus hijos e hijas el mayor tiempo posible.
- Lleva a tu hija o hijo al jardín o a la escuela caminando. Mientras conversan, ¡verás lo entretenido que es y lo corto que se hace el camino!
- Evita subir por las escaleras mecánicas. ¡Enséñales a tus hijos(as) que también existen las escaleras normales!
- Cualquier actividad que elijan para hacer ejercicio es buena, sobre todo si se incorpora a los niños y niñas.
- Permite que tus niños(as) descansen lo suficiente. ¡Que duerman por lo menos 10 horas diarias!
- Evita que tus niños(as) estén frente al televisor o videojuegos más de 2 horas diarias. ¡Verás cómo recuperan la creatividad y el ánimo!
5 consejos para combatir la obesidad infantil en tiempos de pandemia
El confinamiento social preventivo obligatorio obligó a muchas familias a adoptar nuevas rutinas. Los niños y niñas perdieron la posibilidad de asistir al colegio, hacer deporte o ir al parque. De esta forma, el ejercicio físico disminuyó progresivamente. Hoy muchos menores sólo caminan de las clases virtuales al sillón o a la cama para ver videos en Youtube o jugar con la tablet o al play. A lo anterior, se suman hábitos alimenticios desordenados que elevan la obesidad infantil. Esta situación empeora el rendimiento escolar, trae dificultades motrices, problemas de autoestima y es a futuro causa de enfermedades crónicas no transmisibles, que son la primera causa de muerte en el mundo.
1- Elegir mejor: Es un buen momento para volver a lo natural, elegir alimentos más nobles y reducidos en azúcar, ya que su consumo en exceso suele generar hiperacción en los más chicos y que sumado al sedentarismo generado por estar en casa pueden ser un cóctel explosivo para los estados de ánimos de todos en casa.
2- Cocinar más: Cocinar con los niños es una gran actividad divertida y saludable para promover e inculcar en la familia. Es una buena oportunidad para que los chicos puedan acompañar a los mayores en las preparaciones, participar de la experiencia cocinando con diferentes alimentos con sus texturas, colores y gustos.
3- Ordenar los tiempos: Respetar los horarios de las principales comidas: desayuno, almuerzo y cena. Entre comidas evitemos brindarles snacks procesados y acostumbrarlos a cereales naturales o frutas.
4- Ejercitarse: Tener que quedarse en casa no evita que los chicos puedan ejercitarse. Es el caso de la tecnología, que es una gran aliada para hacerlo. Plataformas como Youtube cuentan con muchos videos para estar en movimiento y divertirnos en familia.
La actividad física en los niños los ayuda a tener un peso saludable y es importante que estén bien hidratados al igual que toda la familia y hacerlo no solo mientras hacemos ejercicio sino durante todo el día.
5-Salidas recreativas: Con las restricciones y los protocolos instaurados aprovechar en dar paseos cortos alrededor de casa para que los niños puedan caminar, tomar aire fresco y activen los músculos.