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Higiene postural: hábitos para una buena salud
Los pequeños y frecuentes movimientos inadecuados que realizamos habitualmente, tales como encorvarse para barrer, recoger algún elemento pesado del suelo sin mantener la espalda erguida y hasta dormir en ciertas posiciones, pueden desembocar en dolores de espalda.
Pero el problema no queda en casa. La postura que empleamos para sentarnos en el trabajo, la altura de nuestra silla y la falta de apoyo en nuestros pies también pueden ser causantes de problemas posturales. Además de los dolores en la espalda, cintura y cuello, se pueden presentar trastornos de los discos vertebrales, desviación de la columna o síndrome del túnel carpiano por movimiento repetitivo de la muñeca.
Todas estas molestias pueden ser combatidos con higiene postural.
¿Qué es la higiene postural?
Un conjunto de pequeños hábitos que en su conjunto hacen grandes cambios en beneficio de nuestro cuerpo. Si algunas de las labores que realizamos con mayor frecuencia las llevamos a cabo prestando atención a la postura, podremos evitar lesiones o futuras moelstias.
Por ejemplo, para coger un objeto pesado del suelo se deben flexionar las rodillas con la espalda recta para que la fuerza se haga con las piernas y no con la espalda. Nunca se deben mantener las piernas rectas. Además, al levantarlo (estirando las piernas que estaban flexionadas y manteniendo la espalda recta), el peso debe estar lo más pegado al cuerpo posible.
Si lo que queremos es dejar peso, hay que tener en cuenta que:
- Si el lugar a dejar el peso está a la misma altura que el tronco, hay que dejarlo sin separarlo del tronco.
- Si el lugar a dejar el peso está a una altura inferior al tronco, bajaremos el tronco flexionando las piernas y manteniendo la espalda recta.
- Si el lugar a dejar el peso está a una altura superior al tronco, habrá que utilizar una escalera y subir por ella, con la espalda recta, hasta que la altura del tronco alcance el lugar donde dejar el peso. No dejar nunca el peso a una altura superior al tronco, ya que obligaría a forzar la espalda.
En actividades domésticas, las posturas y movimientos adecuados evitarán cualquier tipo de lesión. Al realizar las siguientes actividades siempre considera lo siguiente:
- Aspirar o barrer: Mantener siempre espalda erguida
- Haciendo el mercado: Reparte el peso de las bolsas entre izquierda y derecha.
- En la cocina: Guarda los utensilios en lugares de fácil acceso.
- Al lavar los platos y cocinar: Procura que todo se encuentre a una altura que no involucre agacharse o encorvar la espalda.
Otro ejemplo es cómo mantener buenos hábitos en el trabajo:
1- Regular la altura del asiento a la mesa, casi a la altura de tus codos.
2- Mantener la espalda recta y apoyada en la silla. Procura que el respaldar del asiento esté ligeramente inclinado, para que tu columna se canse lo menos posible.
3- Tus rodillas deben formar un ángulo de 90 grados, al igual que tus antebrazos al apoyarte en la mesa.
Otro hábito de higiene postural es realizar pausas activas en el trabajo, que consisten en ejercicios sencillos de estiramiento y relajación durante unos 5 minutos cada dos o tres horas. El objetivo es, no solo de recargar energía, sino también recuperar la flexibilidad de la musculatura que está mucho tiempo en reposo.
Aunque parezca difícil poder seguir cada uno de estos consejos durante nuestras actividades, es cuestión de acostumbrarse a adoptar estos buenos hábitos poniéndolos en práctica cada momento.