BLOG
La primera visita de nuestros hijos al odontólogo
Nuestro objetivo es que la primera visita (y todas) sea una buena experiencia, donde los más pequeños se sientan cómodos y se acostumbren a realizar visitas periódicas para cuidar su salud dental.
Consejos para llevar a tu hijo al odontólogo
El niño llora al ir al dentista por el miedo que ha visto reflejado en su entorno. Por eso, es conveniente que sigas los siguientes pasos, para hacerle ver que no hay nada que temer.
- Plantea un juego que le motive.
Siempre puedes asociar algún juego que le guste mucho con la visita al dentista, para que así mantenga una relación positiva. Elabora junto a él un juego imaginativo. Por ejemplo, compara la consulta del dentista con algún lugar asociado a una película de dibujos que le haya gustado mucho.
- Explica la importancia del cuidado de los dientes.
Seguramente tu hijo conozca el caso de algún familiar que ha sufrido por un dolor de muelas. Le puedes recordar ese momento y hacerle ver el alivio que han sentido quienes sufrieron el problema, que el dentista les ha solucionado. Puedes añadir que solo el odontólogo le podría evitar ese dolor.
- Demuestra con tu ejemplo que también cuidas tus dientes.
Si tienes la ocasión, lleva contigo a tu pequeño cuando vayas al odontólogo y muéstrale que sales feliz de tu visita al especialista. Si te ve con seguridad, aumentará su confianza.
- Lleva con él algún objeto favorito suyo.
Es bueno que asocie su juguete favorito con la visita al dentista, así tendrá un grato recuerdo de ese momento.
Recomendaciones para los padres
- Durante las visitas sucesivas los padres no deben permanecer en el consultorio, con el fin de que el odontólogo pueda establecer una relación estrecha y directa con el(la) pequeño(a) paciente.
- Si en las primeras citas su hijo no colabora y no se le puede hacer nada, no se enoje. Es un comportamiento normal; no se inquiete si escucha llorar o gritar a su hijo en el transcurso de la consulta. Estas son reacciones normales ante el miedo. Los niños suelen asustarse ante cualquier cosa nueva o extraña.
- No lleve a su hijo al odontólogo mediante engaños o mentiras, o con promesas de regalos si se porta bien. Tampoco amenace a su hijo con llevarlo, si se porta mal en casa o la escuela; el niño debe acostumbrarse a ir voluntariamente al consultorio.
- No espere a que su hijo manifieste dolor dental, o tenga la cara inflamada para ir al odontólogo.
- Es necesario tener un cambio de actitud, en el cuidado dental de la familia y que la consulta sea para mantener el estado de salud bucal y no solo para iniciar un tratamiento dental.
RECUERDA QUE cuanto más jóvenes son, más sencillo resulta establecer unos hábitos de limpieza bucal adecuados, que les sirvan para toda la vida.