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¿Resfrío o gripe?
La estación fría en nuestro continente y los altos índices de humedad contribuyen al incremento de enfermedades respiratorias que a menudo se manifiestan con tos, fiebre, congestión nasal, entre otros síntomas.
Al presentar mucho de estos síntomas en simultáneo solemos llamarlas en algunos casos gripe y en otro resfrío. Sin embargo, ambas afecciones son distintas en intensidad y riesgo de complicaciones, por lo que es importante saber diferenciarlas.
¿Qué diferencia existe entre ambas?
Recomendaciones para prevenir y aliviar los síntomas del resfrío y la gripe
- Descansa lo máximo posible. Dormir las horas necesarias permitirá que tu organismo recupere fuerzas, especialmente si presentas fiebre.
- Evita el frío y la humedad. Dado que estos virus prefieren las bajas temperaturas y la humedad, evita estos ambientes, así como los cambios bruscos de temperatura y las bebidas muy frías.
- Lávate las manos con frecuencia. Hazlo con agua y jabón durante al menos veinte segundos. También conviene limpiar las superficies de la casa con productos antibacterianos.
- Evite tocarte los ojos, la nariz o la boca. Los gérmenes a menudo se diseminan cuando una persona toca algo que está contaminado con gérmenes y luego se toca los ojos, la nariz o la boca.
- Al toser o estornudar cúbrete con el codo o usa pañuelos desechables.
- Evita acercarte a personas que presenten alguno de estos síntomas.
- Incorpora vitaminas y minerales en tu dieta. Las frutas y verduras son fuente de vitaminas y minerales que ayudan a desarrollar defensas. Potenciarlas en tu alimentación te ayudará a recuperarte más rápido.
- Bebe mucho líquido. Previene la deshidratación y alivian el dolor de garganta: agua, zumos y sopas no demasiado calientes.
- Deja de fumar. El tabaco irrita todavía más la garganta y las mucosas, al igual que respirar el humo de otros fumadores.
- Sé responsable con los antibióticos. Además de que no son efectivos contra el catarro y la gripe, ya que estos están causados por virus y no por bacterias, el hecho de utilizarlos de manera incorrecta o frecuente puede provocar que tu organismo se haga resistente a ellos. Toma medicamentos recetados por tu médico.