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Resiliencia: ¿cómo afrontar las situaciones difíciles?
¿Cómo enfrentarse a situaciones difíciles que pueden cambiar tu vida? La pérdida de un ser querido, el diagnóstico de una enfermedad, la ruptura de pareja o problemas económicos.
Existen diferentes momentos que pueden llevarnos al límite, los cuales muchas veces nos cuestionamos si nos dejamos vencer o luchamos por sobrellevarlos. Para optar por la segunda opción, existe una habilidad que podemos desarrollar llamada resiliencia, que nos ayudará a superar estos episodios de la vida.
¿Qué es la resiliencia?
Es la capacidad que tiene la persona para adaptarse frente a las adversidades o problemas. El servicio de psicología del Complejo Hospitalario Alberto Barton añade a este concepto el hecho de poder salir fortalecidos ¿Cómo?, utilizando estas situaciones para crecer y desarrollar al máximo nuestro potencial.
Es una cualidad innata que no necesariamente está impresa en los genes, hay personas resilientes que han tenido un familiar cercano con un modelo de resiliencia a seguir, mientras que otras personas lo han ido encontrando a lo largo de sus vivencias.
Se dice que hay dos maneras en que podemos afrontar una situación complicada: la funcional, cuando nos adaptamos a la situación, reponiéndonos rápidamente; o disfuncional, cuando no logramos adaptarnos y sufrimos mucho a un punto que ese desconsuelo perdura en el tiempo, necesitando ayuda profesional.
¿Cómo conseguimos la resiliencia?
Nuestros psicólogos señalan que hay tres pasos para superar un hecho traumático. Primero, aceptar el acontecimiento y entender que la recuperación va desde la aceptación. El segundo es mirar el problema de manera positiva, viéndolo como un reto que podemos superar y el tercer paso es compartir la experiencia con grupos cercanos como la familia y/o amigos, de esta manera fortalecemos la confianza y generamos una vía de comunicación para ser escuchado y recibir consejos.
La resiliencia en niños
Se recalca que desde niño podemos ir construyendo la resiliencia, enseñándole a resolver los problemas y que este encuentre sus propias soluciones. Si les enseñamos a ser más resilientes experimentarán más emociones positivas, mejorarán su satisfacción en la vida y mejorarán su potencial de aprendizaje. Evitaremos que en la edad adulta tengan problemas en diversos aspectos de su vida (laboral, personal, de salud, entre otros).