Salud mental para todos

La salud mental es cuando una persona goza de una sensación de bienestar, de sentirse bien consigo mismo, de poder gozar de las cosas del día a día. La Organización Mundial de la Salud (OMS) lo define como un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades.

Conversamos con César Rojas, psicólogo clínico de nuestro Complejo Hospitalario quien nos señala que si una persona no tiene una buena salud mental empieza a tener ciertas disfuncionalidades en sus actividades diarias. “Una persona que goza de una buena salud mental, es una persona que vive una vida plena, tranquila, satisfactoria, en cambio una persona con mala salud mental comienza a tener malas relaciones y dificultades en su rendimiento académico o laboral”

Actividad física: beneficioso para la salud mental

Hay un viejo refrán que dice: mente sana, en cuerpo sano, y tiene mucha razón. Es un dicho que puede interpretarse de una manera inversa, es decir: cuerpo sano en mente sana.

El realizar algún tipo de ejercicio puede beneficiarte psicológicamente. Para empezar, genera la producción de neurotransmisores, como la endorfina y serotonina que son hormonas internas fundamentales que producen sensaciones de placer y bienestar y mejoran el estado de ánimo.

César comparte su experiencia profesional: “Muchos pacientes vienen aquejados por ciertos problemas de salud física: problemas del corazón, del estómago, hipertensión alta, pero cuando se puede ver el origen del problema y los especialistas indican que todo está bien y no hay un origen físico al problema en sí, descubrimos que los orígenes de esos problemas pueden ser afectivo – emocionales y/o mentales que están jugando en contra de la persona, haciendo que esta se enferme”. 

¿Cómo afecta la salud mental en cada etapa de la vida?

Es conocido que la mente tiene un poder increíble, nuestra forma de afrontar las cosas del día a día nos puede llevar también a acumular tensiones, preocupaciones, emociones negativas que cuando no encontrarnos formas de enfrentarlas o resolverlas el cuerpo siente un desgaste y reacciona frente a ese tipo de situaciones o experiencias emocionales. El cuerpo puede también reaccionar somatizando esas experiencias y reaccionar de una manera extraña.

César nos cuenta las situaciones más frecuentes con las que se pueden enfrentar las personas, según cada etapa de la vida:

En niños: se ven afectados por diferentes factores. Los más comunes son por violencia familiar (psicológica o física) que van generando una experiencia negativa en el niño. También está el tema del bullying, dificultades para relacionarse con otras personas puede generar ansiedad, timidez, inseguridad que pueden llevarlo a deprimirse.

Adolescentes: el cambio que está experimentando puede llevarlos a pasar momentos de inseguridad e inestabilidad; si estos se acompañan de experiencias difíciles en casa o su entorno social puede llevarlos, en algún momento, a ponerlo en situaciones extremas como depresión, problemas de conducta.

Adultos: los adultos tienen otros tipos de elementos a considerar como el estrés laboral, la situación económica, las relaciones de parejas, el matrimonio; todas esas relaciones o experiencias pueden llevar a sentir una afectación a nivel mental-emocional.

Adultos mayores: ellos son el sector poblacional al que se le da menos importancia, no nos percatamos de las necesidades que muchas veces tienen. Cuando el adulto mayor pierde esa salud mental, tengamos por seguro que vendrá por todas las dolencias y especialidades.