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Sanos y seguros durante el invierno
Con la bajada de las temperaturas debemos tener en cuenta una serie de aspectos que son básicos para nuestra salud: desde prevenir los temibles resfriados a llevar una dieta equilibrada y hacer ejercicio. Recuerda que aunque haga frío no significa que debamos renunciar a aquellos hábitos que nos ayudan a mantenernos bien física y psicológicamente.
Aquí te brindamos algunos consejos para conseguir que el invierno no sea tan duro como parece:
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Mantén y refuerza los hábitos de higiene:
En invierno, los virus y bacterias que causan enfermedades respiratorias circulan con mayor frecuencia, de manera que la tasa de contagio aumenta al permanecer en ambientes cerrados y mal ventilados.
- Lavarse las manos un acto simple, pero de gran importancia. Expertos recomiendan lavarse las manos varias veces al día para desinfectarlas de gérmenes, así como siempre que haya contacto con objetos externos en la calle y, especialmente, antes de comer.
- Tápate la boca o cúbrete con el brazo al momento de estornudar o toser para evitar la propagación de los gérmenes.
- Evita tocarte los ojos, la boca y nariz ya que de este modo es como se propagan los virus presentes en tus manos.
- Ventila la casa diariamente durante aproximadamente 20 minutos.
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Fortalece tu sistema inmunológico:
Para reforzar el sistema inmunitario, no son necesarios tomar medicamentos ni complementos alimenticios, las defensas naturales del cuerpo se pueden aumentar de forma natural.
- Mantén una dieta equilibrada e incorpora abundantes frutas y verduras de temporada, sobre todo aquellas que contengan vitamina C.
- Se debe beber al menos unos ocho vasos de agua al día. También bebidas calientes para mantener el cuerpo caliente.
También es importante practicar ejercicio físico, ya que ayudará a entrar en calor y combatir el frío; ya sea caminar, correr, ir al gimnasio o cualquier otro tipo de actividad física realizada de manera continuada.
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Evita cambios bruscos de temperatura:
Los extremos de temperatura son perjudiciales en esta época del año. Por eso, evitar salir de una zona cálida a una muy fría.
- Abrígate bien:
El consejo más práctico es vestirte en capas (técnica “cebolla”) para poder mantenerte seco y caliente. Si el clima es muy frío, es recomendable vestir ropa térmica. Asimismo, es importarte considerar que los bebés y niños deben vestirse con una capa de ropa más de la que un adulto llevaría en las mismas condiciones. Sin embargo, hay que estar atentos que el abuso de prendas demasiado cerradas o ceñidas impide una correcta transpiración.